John Huston realizó tres documentales sobre la segunda guerra mundial: The Battle of San Pietro, Report from The Aleutians y Let there be light. Esta trilogía capta con toda precisión, respectivamente, los preparativos de la guerra, la lucha en el campo de batalla y sus efectos espirituales posteriores. Con Let there be light el Ejército pretendía ofrecer una prueba de que las secuelas psíquicas de la guerra no imposibilitaban a los soldados para el desempeño de trabajos normales y que se podía alcanzar el objetivo de su recuperación física, mental y emocional en un periodo de seis a ocho semanas, hasta que pudieran reintegrarse a su vida civil en las mismas condiciones en las que entraron en el Ejército.
El departamento de Guerra se negó a la exhibición del documental. Según Huston, esa censura se debió a que mostrar heridas físicas, soldados mutilados, resulta más aceptable porque hablan del amor por la patria y destilan un cierto valor romántico, pero mostrar a hombres heridos mentalmente cuyo espíritu ha sido destruido, era algo más difícil de aceptar para el ejército, que deseaba mantener el mito del guerrero que regresa fortalecido de la experiencia. En 1980, tras las enérgicas presiones del Presidente de la Asociación de Cinematografía de los Estados Unidos y del productor Ray Stark, entre otros, se consiguió que Let there be light se exhibiera en los circuitos comerciales.
Agrego un fragmento de un texto de Kent Jones al respecto.
(...) Sobre una base puramente retórica, es fácil descartar la película de Huston. Let There be Light no es un documental puro, hay varias escenas recreadas, preparadas con cuidado y detalle. Pero Huston era un artista, y es cierto que si bien puede haber pensado que estaba realizando su patriótica tarea asignada por el ejercito norteamericano de manera absolutamente profesional, en realidad estaba filmando su propia película. Seguramente, es por eso que el departamento de guerra confisco la copia justo antes de que fuera a exhibirse en el Museo de Arte Moderno en 1946, y que posteriormente la guardaran durante 35 años. La razón oficial fue que el departamento quería proteger la identidad de los soldados, y cuando Huston fue a buscar el documento con las firmas que había obtenido de cada participante, el informe había desaparecido. La teoría de Huston es que la película produjo un hueco profundo en el "mito guerrero", y en un sentido más amplio, quizás estaba en lo cierto. Pero mirando la película detenidamente, me atrevería a decir que el departamento de guerra percibió de inmediato que muchas de las imágenes del documental captaban un nivel más profundo que la armadura retórica oficial que la película podría tener. (...)
Aquí, el texto completo en inglés.(...) Sobre una base puramente retórica, es fácil descartar la película de Huston. Let There be Light no es un documental puro, hay varias escenas recreadas, preparadas con cuidado y detalle. Pero Huston era un artista, y es cierto que si bien puede haber pensado que estaba realizando su patriótica tarea asignada por el ejercito norteamericano de manera absolutamente profesional, en realidad estaba filmando su propia película. Seguramente, es por eso que el departamento de guerra confisco la copia justo antes de que fuera a exhibirse en el Museo de Arte Moderno en 1946, y que posteriormente la guardaran durante 35 años. La razón oficial fue que el departamento quería proteger la identidad de los soldados, y cuando Huston fue a buscar el documento con las firmas que había obtenido de cada participante, el informe había desaparecido. La teoría de Huston es que la película produjo un hueco profundo en el "mito guerrero", y en un sentido más amplio, quizás estaba en lo cierto. Pero mirando la película detenidamente, me atrevería a decir que el departamento de guerra percibió de inmediato que muchas de las imágenes del documental captaban un nivel más profundo que la armadura retórica oficial que la película podría tener. (...)
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