A los 88 años, murió
Cliff Robertson. Robertson ganó un Oscar en 1969 como mejor actor en la película
Charly, en donde había interpretado a un discapacitado mental. El otro día conversaba con un amigo sobre esta película y el efecto que había producido en nuestra psiquis infantil. Creo que lo interesante de la construcción del personaje de Robertson no es la razón por la que, seguramente, ganó el Oscar, o sea, interpretar, una vez más, a un discapacitado en la pantalla grande. Lo extraño y emocionante es como el actor
fabrica a
Charly Gordon como un persona que empieza a recuperar su intelecto hasta casi volverse un genio, pero que pronto toma conciencia que todo volverá a la misma situación anterior, perderá toda su inteligencia, a la mujer que ama, a su profesión. La interpretación de Robertson, en realidad, nos habla sobre la pérdida, sobre
el olvido.
Charly es una de esas pocas películas para adultos que a los seis años me encantaba ver a con bastante placer.